La poda del cítrico
Esta es la historia que nos ha enviado un joven agricultor. Según nos cuenta, como no iba bien en los estudios su padre le mandó a quemar leña para que conociera el esfuerzo y sacrificio del trabajo. A pesar de tener un duro primer día de trabajo se dió cuenta de que le había gustado el trabajo y volvería al día siguiente con las mismas ganas.
Desde entonces siempre ha vuelto a la temporada de poda del cítrico dejando de lado trabajos más estables y prometedores. No le importa tener un trabajo temporal y más inestable.
Según este joven: "Si luchas día a día y haces lo que te gusta no tienes por qué preocuparte de casi nada"